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Chefa Alonso: «Aprender a escuchar es de las cosas más útiles que hay»

La destacada improvisadora Chefa Alonso (A Coruña, 1955) aborda en la nueva edición ampliada de 'Improvisación libre' (Cántico, 2023) la importancia de la música y la improvisación, defendiendo su esencia y su impacto en la sociedad, tal y como –también– hace en esta charla con el músico Pablo Patiño.

Haber llegado a la figura de Chefa Alonso (A Coruña, 1955) no es una suerte. Es un chute de energía que te mueve y te hace comprender que la música y la improvisación son partes de una misma cosa: tú en este momento. Tocar, escuchar y sentir son solo términos que no abarcan lo que se supone que son en general, y, por eso, para el mundo, las Chefas son necesarias. Para el mundo de la música, escuchar a Chefa y tener la oportunidad de leerla –ahora, con su nueva edición ampliada de Improvisación libre. La composición en movimiento (Cántico, 2023)– es una maravilla.

PREGUNTA: ¿Qué música sonaría en una fiesta ideal para ti?

RESPUESTA: Música de baile (cha-cha-chás, boleros, salsa, cumbias, bossa novas, mambos, pasodobles…). Free jazz e Improvisación libre. Todo, mejor en directo, es decir, con músicos de carne y hueso. Si esto no fuera posible, pues enlatado, con un buen equipo de sonido.

P: Dices que «el improvisador necesita desarrollar una serie de habilidades […] que le permitan trabajar en tiempo real y construir un discurso personal y emotivo». ¿Cómo, y cuánto, el discurso debe ser de «universal» para que el público lo comprenda? Dicho de otro modo: ¿Hasta dónde debe condicionarse el músico que improvisa, para hacerse entender?

R: En el largo camino de conseguir un lenguaje y un sonido personal con tu instrumento, hay dos direcciones imprescindibles: la primera, sumergirse en uno mismo para conocerse y traducir a sonido lo que quieres y cómo lo quieres expresar; y la segunda, lanzar hacia fuera las antenas para escuchar y trabajar con el otro, los otros, el contexto y el público. Todo ello se va a combinar y va a formar parte de la experiencia necesaria de una improvisadora. No creo que haya que preocuparse por lo que le gusta al público, o lo que espera, en un momento determinado y adaptarse a ello. El arte tiene que surgir de una necesidad urgente y perentoria.

P: Hablas de implicación por parte de músicos jóvenes. Como músico, me resulta desesperante y agotador ver cómo los pocos lugares donde tocar música improvisada desaparecen por su insostenibilidad, lo que es un desencadenante (creo yo) del lugar que ocupan en la sociedad. ¿Hasta dónde deberíamos condicionarnos como músicos a la hora de encontrar nuestro lugar?

R: Hay un equilibrio delicado y difícil entre conservar una práctica artística minoritaria, pero que necesita de lo colectivo para expresarse, y encontrar y mantener espacios y circuitos que lo permitan. El Filloa (pequeño club de A Coruña, con más de 40 años de existencia programando free jazz e improvisación libre) es un ejemplo de resistencia en el tiempo y, lo que es más importante, de «educación» de su público. Ojalá hubiera más Filloas repartidas por la geografía española, urbana y rural.

P: A veces me pregunto cuál es la utilidad un músico, y la respuesta más concreta a la que he llegado es personal y egoísta. Sin embargo, la mayoría de los músicos con los que he tratado el tema están de acuerdo con que son esos tres o cuatro momentos en los que, tocando, viendo un concierto en directo, o escuchando un álbum, los pies se despegan del suelo y, como dices en tu libro: «la música te toca». Yo le añadiría que no solo te toca, sino que hay una cierta sensación de placer y de aprobación para con uno mismo ante este Ser universal que llamamos Música.

R: Yo más bien prescindiría del concepto «útil» para referirme a la improvisación, a la música o al arte en general. Más que útiles o inútiles, sinceramente pienso que son imprescindibles, forman parte esencial de la humanidad (independientemente de que socialmente estén más o menos admitidos, cuidados o despreciados) y es lo que hace que la sociedad mejore. La práctica artística (sobre todo la colectiva) demuestra a diario la importancia de la tolerancia, la solidaridad y la aceptación de las diferencias. En el caso de la improvisación, la escucha (de uno mismo, del otro, del contexto) es parte esencial de su actividad. Aprender a escuchar es de las cosas más útiles que hay.

Chefa Alonso (A Coruña, 1955), inmortalizada por Esther Rabadán.

P: Por otro lado, Coltrane decía que su labor era encontrar cuál era su función en la música, y que por eso estudiaba tanto, ya que, si algún día, algún amigo suyo estaba muy enfermo y él pudiese tocar una melodía y curarlo, querría hacerlo.

R: En mi caso, además de improvisar, componer y enseñar, he tenido y sigo teniendo la suerte de poder trabajar con y para personas con discapacidad intelectual. El potencial curativo y de generar salud de la música, la danza, el teatro, las expresiones artísticas en general, es algo obvio para todas las personas que estamos en ellas. Si hubiera una intención real de que la sociedad fuera saludable, se estarían apoyando las formaciones artísticas de manera significativa, algo que sabemos que no ocurre. Y, por otro lado, las personas intentarían mantener en sus vidas una relación directa con lo artístico y con lo creativo.

P: Tu libro es perfecto para el músico que quiere saber sobre improvisación, para el improvisador que procura orden en sus procesos de pensamiento y para todo aquel o aquella –ya sea melómano o no– que esté interesado en la música, no solo en la improvisación. Dicho esto, ¿crees que la música debe ser útil?

R: Creo que ya he contestado a esta cuestión. El único «deber» del arte es reflejar el mundo en sus distintas épocas, vislumbrar el futuro que viene y hacer preguntas imprescindibles.

P: ¿Qué preferirías?

  • Situación A) Tocar siempre de la forma más coherente a tus pensamientos, sin embargo, nunca podrás volver a tocar ante ningún tipo de público.
  • Situación B) Poder intercambiar tu vida musical con el / la artista que tú quisieras, reescribiendo la historia con este cambio.

(Ejemplo: Me cambiaría por Paul Motian).

R: Casi siempre hay público, incluso para los discursos musicales más extremos. Afortunadamente el mundo es mucho más diverso de lo que nos hacen creer. Los 40 Principales no son el resumen de lo mejor ni de lo más escuchado, representa lo que está más apoyado por el mercado. Hay que ser honesto y sincero con uno mismo y con los demás. Yo no me cambiaría por otro músico, en todo caso, me gustaría volver a ser Chefa en una situación histórica más amable, con más apertura de miras en cuanto al apoyo y aceptación de muestras artísticas experimentales, mayor curiosidad y con más apoyo hacia las creadoras, donde no imperase el machismo arrogante y estúpido que he vivido. Y que sigue…

P: Recuerdo, en una clase de teoría y armonía musical (2016) en la que estábamos tratando los acordes disminuidos al mismo tiempo que el profesor los comparaba con los agujeros negros y sus características físicas. Allí, escuché y comprendí por primera vez el término de Inteligencia Artificial. Dicho profesor, tras una gigantesca y sólida argumentación teórica e histórica, se aventuró a predecir que el futuro de la música consistirá en una suerte de situación en la que los músicos, gracias a implantes tecnológicos externos, podrían improvisar en superestructuras complejas de armonías, ritmos y formas que ahora mismo son inconcebibles. ¿Cuál crees que es el futuro de la música y / o de la improvisación y por consiguiente, de los músicos? ¿Tiene cabida en todo esto la IA?

R: Imposible imaginármelo, pero teniendo en cuenta que a mí me apasiona el sonido acústico de instrumentos musicales, objetos sonoros, naturaleza, etc., y soy poco amiga de los cables, la electrificación y la amplificación aplastante, es decir, me siento más cercana a una artesana del sonido, sólo imaginarme con implantes y cableado me aterroriza y se me baja la moral. Como ya soy bastante mayor, no creo que viva esas experiencias. Creo que no podemos saber todavía hasta dónde llegará la IA. Lo que más me preocupa ahora mismo es la deshumanización generalizada del mundo por parte de los propios seres humanos (o más bien de una parte de ellos) y la violencia que ejercen contra su misma especie, el resto de las especies y el planeta que nos aloja.

P: Al igual que en la famosa leyenda del monje, si te quedases dormida y te despertases dentro de 100 años, ¿qué es lo primero que buscarías en internet?

R: Primero echaría un vistazo alrededor, antes de conectarme. Buscaría la presencia de otras personas, y si sigue habiendo océano.

Improvisación libre (Cántico, 2023)


En este libro se muestra la capacidad compositiva de la improvisación libre y se describen otras cualidades que desarrollan los músicos y artistas que la practican. Es un intento de equilibrar la balanza entre la improvisación libre y la composición escrita; recuperar el valor que se le ha negado.


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