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Manuel Mata, preguntas aleatorias (II)

Segunda ronda de preguntas a Manuel Mata después de publicar 'Pan Manchado' (Letraversal, 2023) y lograr la tercera edición de '500 9' (Cántico, 2021). Algunas son concretas y otras son aleatorias, ¡cómo no!

Conduje hasta Los Llanos de Aridane en el Ford de mi abuela para encontrarme con Manuel Mata e intentar enmendar la primera entrevista que le hice. Manuel me recibió en su hotel, antes de su intervención en la biblioteca. Había, junto a la ventana abierta, dos sillas y una mesita de metal.

PREGUNTA: Bueno, muchas gracias por recibirme.

RESPUESTA: ¿Esta vez te has leído el libro?

P: Me he leído los dos.

R: ¿Cuáles dos?

P: Pan manchado y 5009.

R: Qué bien.

P: He visto que acabas de sacar la tercera edición de 5009 y he pensado que podíamos empezar por ahí…

R: Me parece bien. Pero antes de nada, ¿puedes decirme qué haces en Los Llanos? No queda precisamente cerca de Madrid.

P: Ha sido una coincidencia. He venido a ver a mi abuela, que vive en Santa Cruz, y he visto de casualidad que estabas en Nombrarse volcán.

R: Oh, ¿tu abuela es Canaria?

P: No. Se mudó a Santa Cruz hace como cuatro años para cuidar de su hermana, que murió hace poquito y ahora pues está ella sola en Santa Cruz y he venido a estar un poco con ella. La verdad es que es mi primera vez en las Canarias.

R: La mía también.

P: ¿Y te gusta esto?

R: Llegué ayer a las cinco de la tarde y me marcho hoy a las tres. No tengo mucho tiempo para formarme una opinión pero de momento lo que más me gusta es la maleza y los lugares donde la gente deja las sillas.

P: ¿Las sillas?

R: Ayer al llegar me di un paseo por los alrededores y vi que había sillas en lugares medio desangelados, con la vegetación muy alborotada. Me pareció bonito. Como ver a alguien zurciendo un jersey en el cráter de una bomba.

P: Yo no he visto ninguna.

R: Ya las verás.

P: Vale. Y bueno, con respecto a la entrevista, he pensado que podía hacerte algunas preguntas concretas y luego algunas aleatorias, si te parece bien.

R: Adelante. A las 11:15 me tengo que ir.

P: De acuerdo. Pues vamos allá.

R: ¿Estás grabando o vamos a hablarle otra vez a un móvil que no escucha?

P: Estoy grabando, jaja. Lo siento de verdad.

R: Está bien.

P: ¿Qué puedes decirme de esta tercera edición de 5009?

R: ¿En qué sentido? ¿Te refieres a si ha cambiado algo del libro?

P: Más bien a cómo te sientes.

R: Muy triste. Esperaba con toda mi alma que este libro no consiguiese superar la primera edición. Ha sido una gran decepción para mí comprobar que las personas lo compran. Raúl te diría lo mismo.

P: ¿Raúl es tu editor en Cántico?

R: Raúl Alonso, sí. Empezó siendo mi editor y ahora también es mi amigo. Apostó desde el principio por este libro que a mí me importaba tanto. Es raro cómo en el ámbito literario te encuentras con personas a las que quieres defender y que te quieren defender, ¿sabes? Personas a las que a lo mejor sólo has visto una vez, o ninguna.

P: ¿A quién quieres defender tú?

R: A ver, cuando hablo de defender hablo de apostar. Creo que no se trata tanto de defender a X persona o X obra de sus atacantes como de poner a esas personas y obras en lugares donde tengan la oportunidad de ser atacadas. Pensado así, al final supongo que defender implica facilitar que algo sea vulnerable. Y creo que sólo deseamos que sea vulnerable aquello que sabemos que puede sobrevivir por sus propios medios.

P: Dicho de esa manera suena casi punk. Como si publicar un libro fuese lo mismo que meterse en un pogo. No creo que sea lo mismo.

R: Yo creo que es prácticamente imposible que un libro escrito desde la premisa de la invulnerabilidad sea hermoso.

P: He visto que has editado el último poemario de Pablo Baleriola, Carne triste.

R: Porque es un libro que sobrevive solo. Igual que los fotolibros de Xurxo Pernas y Rita Rivera. No necesitan ayuda, sólo materializarse. A Pablo, por ejemplo, no lo he visto nunca en persona.

P: ¿Crees que esta vulnerabilidad, que tú consideras indispensable, puede encontrarse en otros géneros que no sean, digamos, documentales?

R: ¿Con documentales te refieres a obras que representen o muestren de forma directa una parte de la vida de su autora?

P: Sí.

R: Eso también lo hace la ficción. Creer que La Torre Oscura no es una representación de Stephen King o que Avatar no es un auto-retrato de James Cameron me parece una tontería. Cualquier libro de Kurt Vonnegut demuestra que la ficción es un rasgo inherente a las personas. Lo que pasa es que en los formatos «testimoniales» se establece una conexión más evidente entre la vida del autor y la narración, pero yo no considero que Mientras agonizo, por ser una ficción en la que no hay un personaje llamado William Faulkner, sea menos vulnerable que un poemario de Anne Carson.

P: Creo que para ti la cuestión del formato tiene mucha importancia.

R: Sí. Ya lo hablamos el otro día, un poco en lo que se pudo leer en la entrevista y un poco más durante la parte de la entrevista que no estabas grabando.

P: Sí, pero quería retomar el tema de 5009 desde esa perspectiva.

R: Dispara.

P: El libro está ideado desde los preceptos de la poesía combinatoria y tres cuatrillones de combinaciones posibles.

R: No. Un poco menos de dos cuatrillones.

P: Eso, disculpa. Dos cuatrillones. Lo que significa, según señalas en la introducción del libro, que es imposible terminarlo aunque se lea una combinación por segundo sin parar nunca.

R: Eso es. La cosa es que ni viviendo miles de millones de años dedicados exclusivamente a la lectura  de las combinaciones puede terminarse el libro, de modo que las partes que una persona pueda leer posiblemente no vuelvan a ser leídas nunca por nadie. Así que se da esa doble situación: es imposible que nadie lea el libro entero y es imposible que nadie lea las mismas partes que tú.

P: Entonces aquí la resistencia al formato no parte del deseo, como en Pan manchado, sino desde la…

R: La resistencia al formato siempre parte del deseo. Que se apoye en conceptos matemáticos no elimina el deseo.

P: Ya. Pero tengo la impresión de que aquí el deseo está encubierto por la forma.

R: Yo no lo veo así. La forma, en este caso, es la manifestación del deseo de hacer un libro que no pueda terminarse. Resistirse a la insatisfacción que produce la forma implica buscar una forma satisfactoria, ¿no?

P: Supongo.

R: Buscar una forma satisfactoria parece una definición bastante elemental del deseo.

P: Supongo que sí.

R: ¿Tú le has hecho alguna pregunta?

P: ¿Al libro? Sí. Le he hecho varias, y mi abuela también. Se lo enseñé ayer y le pareció un poco cosa de brujas.

R: Jajajaja. De brujas no tiene nada.

P: Es que le preguntó «¿Dónde está Mercedes?».

R: ¿Quién es Mercedes?

P: Su hermana la que murió. Y el libro le contestó… No me acuerdo exactamente como era, pero a grandes rasgos aparecía una mujer disfrazada de tigre que decía algo como «Después no hay nada, pero puedes venir».

R: Uy.

P: Ya ves. No le hizo mucha gracia. Creyó que me lo estaba inventando.

R: Bueno, las preguntas vulnerables facilitan el trabajo.

P: A mí también me ha respondido cosas, pero no tan heavys.

R: ¿Qué le has preguntado?

P: Varias cosas: si una persona me perdonaría, cuántos años me quedan de vida, si me parezco a mi madre… Tuve tiempo en el avión.

R: Ya veo.

P: También le pregunté si debía venir a Los Llanos.

R: Y te dijo que sí.

P: Más o menos.

R: ¿Qué te dijo?

P: Pues aparecía un niño en un campo de patatas que decía «Tengo hambre». De lo demás no me acuerdo.

R: No parece muy esclarecedor.

P: Pues como aquí se comen muchas patatas…

R: Jajajajaj.

P: He pensado que el niño eras tú y que…

R: Ya.

Manuel Mata fotografiado por Julia Moranz.

P: ¿Te parece si te hago las preguntas aleatorias?

R: Claro.

P: Vale, la primera: ¿Crees en dios?

R: No.

P: ¿Nunca has creído?

R: Nunca.

P: ¿Y te sientes bien?

R: Hoy he dormido muy a gusto.

P: Quiero decir si te sientes bien con respecto al…

R: Te he entendido. Me siento estupendamente. Entiendo que tú eres creyente.

P: No lo sé. No soy practicante ni nada, pero un poco sí, supongo. Tengo mis dudas.

R: Las dudas hacen llorar al niño Jesús.

P: Me cuesta entender la leucemia y esas cosas.

R: Una vez oí a Neil deGrasse Tyson decir que no encontraba pruebas de que, si había un dios, fuese todopoderoso y bueno. Que si lo había, las pruebas indicaban que o bien era todopoderoso pero no bueno, o bien era bueno pero no todopoderoso. Si eres una creyente con dudas supongo que la pregunta es si la existencia de la leucemia, y esas cosas, es una prueba de que 1) dios es un cabronazo o 2) no lo tiene todo controlado.

P: Pues sí. Y en cualquier caso resulta decepcionante.

R: No sé qué decirte.

P: Pregunta aleatoria: Si dios fuese una de las cosas que hay en esta habitación, ¿cuál crees tú que sería?

R: El elefante.

P: No hay ningún elefante.

R: ¿Siguiente pregunta?

P: ¿Cuál es el último libro que has leído?

R: El último… Pura pasión, creo. Me leí dos el mismo día: Pura pasión, de Annie Ernaux, y un cómic de Superman en el que Superman es un fanático del comunismo.

P: ¿Te gusta el cómic?

R: Sí. Aunque este es el primero que leo de Superman. Otros que he leído hace poco y me han gustado son Por culpa de una flor, de María Medem, y Nadie como tú, de Catalina Bu. El de Catalina es una maravilla de tierno y el de María es de esos que te quedas ahí pasmado como si hubiera luz de verdad.

P: El de María lo he leído y me dejó un poco indiferente, no sé por qué.

R: Prueba con el de Superman. Todo un drama.

P: Siguiente pregunta: ¿Consideras que formas parte de alguna escuela?

R: ¿De alguna escuela?

P: Sí. He leído en varios lugares referencias o pequeños relatos sobre tu formación, y tengo la impresión de que hay algún tipo de corriente de la que formas parte.

R: ¿Te refieres a mi formación en Bellas Artes, en Pontevedra?

P: Sí. En el prólogo que escribiste para Aram Saroyan, por ejemplo, hablas de una pequeña hazaña kamikaze que acometiste junto a Xurxo Pernas, a quien luego has editado un fotolibro cuyo prólogo también has escrito… Has citado a Ventura A. Pérez en tu último poemario, que por lo que sé convivió tanto con Xurxo como contigo durante esos años. Luego está Rita Rivera, y también…

R: No.

P: ¿Cómo?

R: Digo que no, que no considero que forme parte de ninguna escuela, ni mucho menos. Hay una distancia inmensa entre compartir vivencias con algunas personas afines y constituir una escuela de pensamiento. Si ves la obra de todas esas personas que has mencionado, verás que cada una es de su padre y de su madre y que no podrían reunirse bajo una misma consigna, por ejemplo, cosa que supongo que es indispensable para decir que formas parte de una escuela.

P: Sin embargo, el año pasado reuniste a todas esas personas en una misma exposición que…

R: También he reunido a cincuenta personas en De qué hablamos cuando hablamos de amor, pero eso no significa que sean militantes de ninguna corriente.

P: ¿Seguro?

R: Te lo juro por dios.

P: ¿Y si a pesar de todo tuvieras que elegir una consigna, como tú dices, cuál crees que sería?

R: Sería más o menos así: «Cristina, no formamos parte de ninguna escuela».

P: Siguiente pregunta.

R: La última, que me tengo que ir marchando.

P. Ah, vale. Deja que la escoja bien…

R: La más difícil que tengas.

P: Vale.

R: ¿La tienes?

P: Sí, ¿cuál es tu signo del zodíaco?

R: Jajajaj. ¿De verdad?

P: ¿Por qué no?

R: Piscis.

P: Lo sabía.

R: ¿Sí? ¿Por qué?

P: Los piscis suelen ser intuitivos en las artes, y calmados, y…

R: Te estaba tomando el pelo. Soy sagitario.

P: ¿De verdad?

R: Sí.

P: Eso tiene mucho más sentido.

R: ¿Por qué?

P: ¿De verdad eres sagitario?

R: No.

P: ¿No me vas a decir qué eres?

R: Adivínalo.

P: ¿Si lo adivino me dices la verdad?

R: Claro.

P: … ¿Tauro?

R: Exacto.

P: ¿De verdad?

R: No.

En este punto, Manuel vio que eran las 11:15, pulsó el botón de mi teléfono que detenía la grabación y dijo: RING RING.

*Las fotografías en blanco y negro son de Julia Moranz, tomadas en la intervención de Manuel en la biblioteca de Los Llanos de Aridane esa misma mañana.

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